La Tribuna |
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Pardo Bazán, Emilia |
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262 Pages – In Spanish Victor Fuentes ISBN: 978-1-949938-22-7 Library of Congress Control Number: 2024951336 Printed copy: U$ 34.90.- add to cart Evaluation copy: U$ 22.70.- add to cart Online access: U$ 9.99.- add to cart Con La Tribuna (1883) Emilia Pardo Bazán expone la detallada documentación, el énfasis en los condicionamientos del medio ambiente, la corporeidad y la fuerza de las pasiones, según su enfoque del «naturalismo» expresado en su ensayo La Cuestión Palpitante, mientras pone foco en las proletarias cigarreras y se adelanta a Emile Zola y su Germinal del proletariado minero. El tema de «las clases menesterosas» ya aparecía en la novela-folletín española, pero la innovación de Pardo Bazán es tomar en cuenta la concientización obrera y el enfrentamiento de clases a partir del sexenio democrático, revolucionario, 1868-1874, y hacerlo con la agudeza observadora que le permite resaltar los entendibles aspectos humanos y emocionales que hacen explicables las adhesiones ideológicas. Por eso, y en palabras de la autora, «La Tribuna descontentó a Tirios y a Troyanos. Los republicanos se creyeron puestos en caricatura y los conservadores, gente almizclada, se sublevaron contra la descripción sincera y franca del pueblo y la vida obrera». El tema principal las vidas y lucha obrera de las cigarreras de la Fábrica de Tabacos en A Coruña aparece entrelazado con un incipiente feminismo, plasmado en los altibajos en la relación entre Amparo, la joven heroína cigarrera, con el «señorito» Baltasar, de quien Amparo requiere no sólo amor, sino también reconocimiento humano y social. En La Tribuna Pardo Bazán refleja la paradójica moraleja de exponer el costado humano y emocional que explica el por qué del «absurdo el que un pueblo cifre sus esperanzas de redención y ventura en formas de gobierno que desconoce, y a las cuales por lo mismo atribuye prodigiosas virtudes y maravillosos efectos», que ha descolocado a más de un crítico. En su ensayo introductorio y notas Víctor Fuentes, profesor emérito de la Universidad de California, Santa Bárbara, subraya esta visión, y destaca el valor de La Tribuna como exponente de un «Naturalismo» arraigado en el tradicional Realismo español. |
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Emilia Pardo Bazán 1851 - 1921 Novelista, cuentista y ensayista nacida en A Coruña –ciudad que aparece en algunas de sus novelas bajo el nombre de «Marineda»–. Hija única de un matrimonio acomodado, recibe simultáneamente estímulo familiar –su padre era militante en el partido liberal progresista– y una educación inusual para la mujer a través del acceso a bibliotecas familiares. Esto determinaría su confianza en la capacidad intelectual de la mujer y su carácter independiente, altamente llamativo para la época en España. Comienza a escribir versos a los nueve años, y a los quince envía al Almanaque de La Soberanía Nacional su primer cuento, Un matrimonio del siglo XIX, el primero de los cerca de 600 que publicaría durante su vida. Su actitud irónica frente a los convencionalismos queda patente en sus palabras sobre los acontecimientos del año 1868: «Tres acontecimientos importantes en mi vida se siguieron muy de cerca: me vestí de largo, me casé y estalló la Revolución de septiembre de 1868». Al casarse Pardo Bazán tenía dieciséis años, y su marido, José Quiroga, estudiante de Derecho, veinte. En 1873 la familia Pardo Bazán –incluyendo al reciente matrimonio– emprende un viaje por varios países de Europa, lo que despierta en Emilia la inquietud por leer a los grandes autores de cada país en su lengua original. Ya de regreso en España se acerca al krausismo, lo que la conduce a la lectura de Kant, Descartes, Santo Tomás, Aristóteles y Platón. En 1876, año del nacimiento de su primer hijo, Jaime, gana el concurso convocado en Orense para celebrar el centenario de Feijóo. Gracias a su amigo Giner de los Ríos edita en 1881 el libro de poemas titulado Jaime. Su veta novelesca aparece tarde, ya que al principio la consideraba un género menor, de mero pasatiempo. Aun así escribe su primera novela, Pascual López. Autobiografía de un estudiante de medicina, poco antes de aceptar la dirección de la Revista de Galicia, en 1880. En 1881 publica Un viaje de novios, novela para la que utilizó las experiencias de un viaje a Francia, y acaba la biografía San Francisco de Asís. Entre 1882 y 1883 publica una serie de artículos bajo el título de La cuestión palpitante, sobre el naturalismo, corriente literaria de origen francés y base determinista y darwinista de la cual se la considera abanderada en España, si bien ella prefería que se le adhiriese al realismo nacional de raíz cervantina. En esta línea realista-naturalista se inscribe la tercera novela, La Tribuna (1883), así como Los pazos de Ulloa (1886), La madre naturaleza (1887) y La piedra angular (1891). Entre La Tribuna y Los pazos de Ulloa escribe El cisne de Vilamorta (1885), en la que la aproximación realista y naturalista sirve para mostrar como trasnochado y falaz el romanticismo del poeta protagonista. Entre La madre naturaleza (1887) y La piedra angular (1891) publica además cuatro novelas son más estudios sicológicos que un fresco social al estilo realista y naturalista: Insolación y Morriña, ambas de 1889 y ambientadas en Madrid, y Una cristiana y La prueba, las dos de 1890, consideradas impregnadas de cierto idealismo, tendencia que se observa también –con el paréntesis de La piedra angular –, en el ciclo de Adán y Eva, formado por Memorias de un solterón (1891) y Doña Milagros (1894). En 1891 se aboca al periodismo con Nuevo Teatro Crítico, revista fundada y escrita completamente por ella, que desde el título y planteamiento, cultural y divulgativo en sentido amplio, quiere rendir homenaje a su admirado Feijóo. Ese mismo año funda y dirige en 1892 la Biblioteca de la Mujer. Colaboradora en numerosas revistas y periódicos, sus crónicas de viajes, artículos, ensayos y numerosísimos cuentos se agrupan en varias colecciones: Cuentos de Marineda, Cuentos de amor, Cuentos sacroprofanos, En tranvía (Cuentos dramáticos), Cuentos de Navidad y Reyes, Cuentos de la patria, Cuentos antiguos. Cuatro de sus novelas cortas están incluidas en – El áncora, La dama joven, Bucólica, La gota de sangre . Viajera infatigable, continúa además consignando sus impresiones en artículos de prensa y en libros. En 1900 comienzan a aparecer en El Imparcial sus artículos sobre la Exposición Universal de París, que cuajarán en el libro Cuarenta días en la Exposición; en 1902 se edita Por la Europa católica, fruto de un viaje por los Países Bajos. En la revista La Lectura empieza a salir en 1903 su novela La Quimera, publicada dos años después como libro. Sus ecos modernistas y simbolistas muy de fin de siglo confirman sus ideas acerca de que la novela debe reflejar el momento de su escritura. En 1906 es nombrada Presidenta de la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid. El mismo año estrena en Madrid, sin éxito, las obras de teatro Verdad y Cuesta abajo. En 1908 publica La sirena negra, y comienza a utilizar el título de Condesa de Pardo Bazán, que le otorga Alfonso XIII en reconocimiento a su mérito en el mundo literario. En 1911 publica la que será su última novela, Dulce dueño, considerada hasta cierto punto su testamento literario al ser la única escrita en primera persona desde el punto de vista de una mujer. La Quimera, La sirena negra y Dulce dueño forman la llamada “trilogía modernista” de Pardo Bazán. Desde 1910 es consejera de Instrucción Pública; socio de número de la Sociedad Matritense de Amigos del País desde 1912. Dos años después se le impondría la Banda de la Orden de María Luisa, y recibiría del Papa Benedicto XV la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice. En 1916 el ministro de Instrucción Pública la nombra catedrática de Literatura Contemporánea de Lenguas Neolatinas en la Universidad Central. Fallece el 12 de mayo de 1921. (Fuente: Vida y Obra literaria de Emilia Pardo Bazán, por Margarita Almela y Ana Mª Freire) |
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